La primera vez que asistí a una clase de yoga me sentí perdido. Llevaba una temporada con los niveles de estrés desbordados y decidí probar. Pensaba que era una persona ágil, fuerte y en general en forma. Para nada.
Tenía un cuerpo blanco y blando.
Tal vez le sucede a todo aquel que practica yoga por primera vez, pero salí con una agradable sensación de calma, durante esa hora aproximada los problemas habían desaparecido. Tal vez por los beneficios intrínsecos del yoga o quizás por mi extrema concentración en no acabar aterrizando en esterilla ajena.
La práctica de las siguientes semanas me mostró la sutil belleza del yoga. Comencé a mejorar tanto física como psicológicamente. Y pensé…<<quiero dedicar mi vida a esto>>.
Por lo que me lancé a formarme como profesor y con los años he podido fundar mi propio estudio de yoga en Bilbao.
De esta forma me gustaría poder ofrecer clases de yoga en Bilbao de la mayor calidad posible. Clases bien estructuradas, con el profesorado más cualificado para poder ayudarte en el avance de la práctica.
Un espacio en el que puedas desconectar del ritmo de la ciudad y en el que encuentres libre y sin prejuicios.
Antes de lo que piensas tu entorno más cercano comenzará a notar cambios en ti, como te vas poniendo en forma, como te sientes más agil y activo. Aunque existen alteraciones que se producen en tu organismo mucho más interesantes.
Los mejores cambios son aquellos que sentiras en tu interior. Esa capacidad que desarrollaras para abrir huecos y espacios en tu mente.
Te invito a descubrirlos…