Practicante de Yoga desde mis 16 años, donde ya algo buscaba, aunque en ese momento no era consciente de lo que pretendía encontrar. En ese camino me topé, entre otras herramientas, con el Yoga y la Terapia Gestalt, que han sido la brújula en el transitar.En definitiva, lo que buscaba, era a mí misma detrás de tantos miedos, dolores, introyectos y corazas donde me había protegido, y que en definitiva me habían alejado de quien soy y de lo que necesito. Así, he ido encontrando luces y dones, otras veces sombras y heridas. Siento que mi camino es esa integración; el permitirme ser quien soy, vivir todas las vidas y conocer los personajes que me habitan. Hoy recorro los mismos caminos , solo que con unos ojos diferentes y con un andar mucho más calmo, amoroso y consciente, adaptando la velocidad según lo que necesito.
El Yoga me encontró adolescente. He de confesar, que al principio, me aburría muchísimo y no entendía qué hacía allí. Mi mente inquieta, con muchos temas sin resolver y mi cuerpo rígido me llevaban a abandonar la práctica. Me comparaba con gente mucho mayor que yo y los veía sanos, flexibles y alegres. Yo no estaba como ellos.Me sentía desconectada de mí y de mi cuerpo. Hasta que me di cuenta que lo que volvía a la práctica por ese momento de estar conmigo y la sensación de bienestar con la que me iba luego de clase. Una “vocecita interna” me decía que por ahí era mi camino. A los 19 años empecé la formación de yoga como un camino personal. Paralelamente con la carrera de Psicología. Fueron años de estudio, cursos de masajes terapéuticos, de prácticas, meditación , terapia personal: años de aprender a adentrarme en mí.La formación de Yoga fue de tres años, especializándome en Yoga terapéutico.Curioso es verlo desde ahora, que en aquel momento no estaba en mis planes ser profesora, todo lo hacía por mi propio bienestarUnos años después llega mi primer embarazo. Investigando la práctica durante este momento especial en la mujer, adaptándome a una rutina más amorosa en ese momento de cambios.
Nace mi primera hija en un precioso parto. Con ella, renace la mujer con mucha más fuerza, nace la madre. Pocos meses después, aterrizamos en Ibiza en busca de nuevas oportunidades. Un nuevo camino con amplio horizonte.